El pasado 20 de julio de 2019, doña Amalia Moreno Cámara, vecina del oriente de Mérida, Yucatán; celebró en grande sus 100 años de vida, como si se tratara de una quinceañera.
Los festejos comenzaron con una misa de acción de gracias presidida por el Pbro. Augustín en la parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en la colonia Mayapán.

Pese a la lluvia, que para las ocho de la noche caía copiosamente, doña Amalia arribó a la iglesia a bordo de un automóvil (conducido por un familiar) y descendió por su propio pie para ser recibida por sus cuatro hijas, familiares y el párroco, quien le dio la bendición.
Digno de admirar fue que la festejada, vestida primorosamente con un vestido con estampado de flores; lucía muy despierta y fuerte, tanto así que después de platicar un momento con el sacerdote, ingresó al templo caminando sin más apoyo que el brazo de otro de sus familiares, hasta llegar a su asiento colocado justo en frente del altar ¡como toda una quinceañera!

En su rostro cuidadosamente maquillado se notaba la alegría que posteriormente manifestó de viva voz cuando el padre le preguntó durante la misa: –¿cómo se siente doña Amalia?– a lo que ella contestó: –¡Me siento feliz!
La asamblea entera estaba admirada cuando, con ayuda de dos de sus hijas, doña Amalia subió al presbiterio para ofrendar un ramo de flores a la Virgen de Guadalupe en agradecimiento por todas las gracias concedidas a lo largo de su ya prolongada vida.

Sus hijas y algunos asistentes no pudieron contener las lagrimas de la emoción por ver a la cumpleañera tan radiante y llena de vida en un momento tan emotivo como aquel.
Sin ningún problema, esta viejecita de corta estatura y más energía que muchos jóvenes, escuchó la misa levantándose y sentándose de nueva cuenta cada vez que era necesario y no sólo eso, sino que después su familia le organizó una fiesta en un salón de eventos, donde se lo pasó a lo grande y se deleitó con bellas canciones que le dedicaron.

Sin duda, muchos quisieran llegar a la edad de 100 años y en tan buena forma pero esto sólo está reservado para unos cuantos, para ello tal vez sea necesario pedirle el secreto a doña Amalia, aunque es probable que ni ella misma lo sepa.

Tal vez todo se trate de disfrutar cada instante de la vida y ser feliz en compañía de los seres amados, así como ella.
A nosotros sólo nos queda intentarlo y decir ¡feliz cumpleaños doña Amalia!