Durante la época colonial, una enorme estructura conocida como la Ciudadela de San Benito destacaba a simple vista en el mapa de Mérida, pero ya no existe en la actualidad.
En algún momento, la ciudadela llegó a albergar simultáneamente al convento mayor de la orden de San Francisco con sus tres iglesias, y a las murallas de una fortaleza custodiada por militares.

Con ayuda de una linea del tiempo te contaremos su historia y la razón por la cual no quedó en pie más que un vestigio descubierto por el investigador e ingeniero Raúl Alcalá Erosa, quien recabó estos y muchos datos más en su libro Historia y Vestigio de la ciudadela de San Benito.
Época prehispánica
En el sitio donde se construye posteriormente la ciudadela, hay una pirámide maya en cuya parte superior se encontraron algunos templos o adoratorios.
8 de diciembre de 1526
Mediante la capitulación para la conquista y colonización de Yucatán, Francisco de Montejo se compromete ante la corona española a construir dos fortalezas para la defensa de Mérida, pero la construcción se pospuso debido a otras necesidades prioritarias.
6 de enero de 1542
Fundación de Mérida. En esta época, los frailes franciscanos solicitan el permiso de ocupar la pirámide maya. El lugar ya había sido contemplado para elevar una de las fortificaciones de la ciudad, pero se les otorgó el permiso.
Croquis del lugar realizado por Fray Diego de Landa y que aparece en su libro “Relación de cosas de Yucatán” 1547
Se establece la escuela del Convento Grande de San Francisco.
1650
Aproximadamente para estas fechas, el convento ya contaba con un buen número de pabellones de hasta tres niveles.
1632
Es colocado el reloj de la torre del templo de San Francisco, por Fray Fernando de Nava. Probablemente el primer reloj público de la ciudad.
Fachada derruida de uno de los templos 1667
Se decide retomar el proyecto de construir las murallas de la ciudadela en el marco de los ataques perpetrados por piratas en Campeche.
31 de mayo de 1669
Se inaugura la ciudadela de San Benito que consiste en la muralla y el cuartel militar con 31 cañones de diferentes calibres, calabozo y una capilla. La obra se concluyó en tan sólo 19 meses.
15 de febrero 1821
Los religiosos fueron expulsados de la ciudadela, siendo gobernador el general, don Juan María de Echeverri Manrique de Lara. Lo anterior se debió a las nuevas disposiciones de la corte que pedían reducir el número de monasterios de las órdenes mendicantes.
1840
Se construye el edificio conocido como “El castillo”. Primero funcionó como almacén de guerra hasta la conclusión del segundo período imperial; luego se convirtió en cárcel pública.
1973
Se consuma la destrucción completa de la Ciudadela de San Benito.
29 de junio del 2007
Algunos vestigios del convento fueron rescatados con anterioridad y son expuestos en el antiguo edificio de Correos que ahora alberga al Museo de la Ciudad.
El último vestigio de la muralla
En 1994, el ingeniero Raúl Alcalá Erosa hizo un descubrimiento que dejaría ver la existencia de un fragmento de la muralla, aún en pie hasta nuestros días. Sin embargo, el muro se encuentra oculto a los ojos de los transeúntes en la zona de los mercados.

Alcalá Erosa señala que “con cuarenta pies de altura y ocho de espesor, las murallas circundantes contaban con andenes de vigilancia y circulación en su parte superior para inter-comunicar los baluartes”, de modo que una construcción tan grande no podía desaparecer sin más y así fue.
El muro en cuestión se encuentra detrás de los edificios de la calle 56 entre 65 a unos cuantos metros del mercado Lucas de Gálvez y gracias a él, el arquitecto pudo situar con una gran precisión la ubicación de la ciudadela.

