El barrio de la Ermita de Santa Isabel es uno de los rincones más bellos y apacibles de la ciudad de Mérida. Cuenta con una hermosa capilla y una pintoresca plazuela.

Ubicación
La Ermita de Santa Isabel se encuentra a unas seis cuadras al sur de la plaza principal y a una calle de San Sebastián, tal como se muestra en el mapa:
La iglesia
El templo dedicado a Santa Isabel fue llamado también Ermita de Nuestra Señora del Buen Viaje porque se construyó en el siglo XVI por instrucción de don Gaspar González de Ledesma en el mero inicio del camino Real a Campeche y era paso obligado de todos los que iban y venían por ese camino. Cuando salían de Mérida rezaban para tener un buen viaje y cuando volvían daban gracias a Dios y a la virgen María por haber regresado con bien.

En el dintel de la entrada puede leerse: “A devoción del Ilmo. – Verbum caro factum est – Sr. Texada. Año de 1748 y es probable que la iglesia se hubiera construido sobre algún basamento maya, como se sugiere en el libro “El camino real a Campeche: una perspectiva arqueológica e histórica”.
Cabe mencionar que don González de Ledesma se volvió un ermitaño que habitó el mismo lugar que él mandó a construir según consta en el libro “Los Parque de la Mérida Colonial” de Carlos Cámara Gutierrez.
En la actualidad, el recinto sacro luce pintado de amarillo y rodeado del rojizo adoquín francés y como también quedaba en el camino hacia el cementerio civil, era común que se realizaran misas de cuerpo presente y era el paso de los cortejos fúnebres.
Llama mucho la atención un enorme escudo labrado en piedra en el pórtico que se encuentra a un costado y que brinda acceso a un pequeño pero bello jardín botánico.
El conjunto religioso cuenta también con un osario que, como puede leerse en la inscripción labrada en la entrada, fue concluido el 12 de agosto de 1748.
Origen del panucho
Uno de los datos más interesantes del barrio de la Ermita de Santa Isabel es el que lo sitúa como el lugar de origen del tradicional platillo yucateco conocido como panucho; y es que se cuenta que durante la Colonia, en una casona de aquel barrio, un tal “don Ucho” solía vender comida a los viajeros que transitaban por el Camino Real.
En una ocasión unos peregrinos llegaron ya muy tarde a la capital yucateca y fueron donde “don Ucho” para pedir algo de comer, sin embargo, este ya no contaba con nada para ofrecerles y ante tal situación el caballero le pidió a su esposa que friera unas tortillas duras, a las que untó frijol y agregó cebolla.
Tal vez por el hambre, a los cansados viajeros les pareció que probaron un delicioso manjar y pronto se encargaron de difundirlo En seguida, mucha más gente comenzó a llegar pidiendo el ya famoso “pan de Ucho”, apodo que con el tiempo fue transformándose en lo que hoy conocemos como panucho.
Bello aspecto colonial
La plazuela del barrio de la Ermita lleva por nombre Plazuela de la Constitución y llama la atención por su hermoso kiosco y por estar rodeada de hermosas casonas de estilo colonial.
Te dejamos estas bellas imágenes captadas por la lente de Carmen López: